miércoles, 18 de agosto de 2010

ESTRATEGIA, METODO Y TECNICA

1. ¿Qué es Estrategia?
Una estrategia es un plan a ser aplicado para resolver o solventar alguna situación específica.

2. ¿Qué es Método?
Un método se refiere a los lineamientos o reglas que se aplicarán al ejecutar algún plan o estrategia.

3. ¿Qué es Técnica?
Una técnica hace alusión a las formas mismas de cada persona o grupo de cómo ejecutas física o mentalmente un plan o estrategia, a través de uno o más métodos indicados.

LAS TIC’s en mi Práctica Docente

El uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en nuestro quehacer docente es muy importante, puesto que las nuevas formas de aprender y enseñar van orientadas al uso de las mismas (TIC’s: Tecnologías Aplicadas a la Comunicación). Si bien es cierto que la computadora, o los ipads, o cualquier otro medio electrónico no son los únicos efectivos para aprender, lo que sí es bien cierto, es que existen una gran cantidad de recursos de información, tutoriales, videos, audios, imágenes, presentaciones, slideshows, y demás.


Estoy convencido de la necesidad de estar actualizado en las nuevas tecnologías, ya que éstas, van innovándose a través del tiempo de forma vertiginosa. Así que no puede haber vuelta atrás para los docentes que decidimos este camino; o nos actualizamos o nos pasa de noche la modernidad de los nuevos modelos educativos y de los medios para poner en práctica nuestras técnicas de enseñanza-aprendizaje.

martes, 17 de agosto de 2010

TECNICAS DE ENSEÑANA-APRENDIZAJE (Enfoque Lectura)

Mi confrontación como docente

Estudié mi carrera profesional de Ingeniería en Sistemas de Información (ISI), misma que nace de la necesidad determinada por el sector empresarial en el estado de Sonora, y que específicamente en Cd. Obregón, sustituyó a Ingeniería en Sistemas Computacionales (ISC) y a Licenciatura en Sistemas de Computación Administrativa (LSCA).


Desde que estudiaba la escuela secundaria -entre 1986 y 1989- tuve siempre el interés y la disposición de preparar y regularizar alumnos en diversas disciplinas, tales como Matemáticas, Física, Lectura y Redacción, Ortografía, entre otras. Esto me redituaba en una gran satisfacción de poder servir a mis compañeros y amigos en provecho suyo, y sin saberlo quizás muy bien en ese entonces, en provecho personal. Fue hasta cuatro años después de terminar mis estudios profesionales – en 2003- que me inicié formalmente como profesor en una escuela de educación superior, principalmente por vocación pero también por la necesidad de tener otra fuente de empleo.

El hecho de ser uno de los actores principales en el proceso de enseñanza aprendizaje de las nuevas generaciones de muchachos estudiantes es un privilegio, que por vocación no cambio por algún otro trabajo; sin embargo, también el formar a alumnos, estoy consciente de que representa un gran reto, mucha responsabilidad y un alto nivel de compromiso.

Desde que soy docente en el nivel medio superior, me he dado cuenta de que a esta edad los estudiantes, en relación a aspectos muy importantes, aún son sujetos de orientarles y de formarles en principios y valores. Es por ello que desde entonces, me siento comprometido a realizar el mejor papel posible con respecto a mi labor, la cual considero que si se desempeña como debe ser, alimenta así también el espíritu, pues es una actividad sumamente noble.

Si pensamos en puntualizar y en escribir algunos motivos de satisfacción que se generan de nuestra actividad docente, en lo personal, para mí son varios; algunos de ellos son: ser parte de la formación de los estudiantes; verlos realizados cuando culminan exitosamente sus estudios; cuando consiguen becas o apoyos por su alto desempeño y aprovechamiento en escuelas de calidad y prestigiosas; poder escuchar la voz de las nuevas generaciones, que si ponemos atención, nos dice muchísimas cosas; hacer muchos amigos y al mismo tiempo, poder ayudarlos y apoyarlos.

Si hago un recuento acerca de los motivos de insatisfacción con respecto a mi labor docente, realmente me cuesta mucho trabajo encontrarlos. La reflexión que me lleva a reconocer sinsabores en mi actividad docente hecha sólo desde el contexto docente-alumno, no produce respuestas. Sin embargo no estamos aislados como actores en este proceso los profesores y los estudiantes, sino que también nos relacionamos con directivos, administrativos, sistemas, modelos educativos, etc. Tal vez alguna insatisfacción para mí sería cualquier tipo de injusticia que ocurriera dentro del todo como una institución educativa.

A continuación hago una referencia a unas citas que me parecieron interesantes, sobre la lectura realizada del documento La aventura de ser profesor, de José M. Esteve.

“Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aún, conocimiento... y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”, Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.
”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”, Miguel de Unamuno.
“ahora entiendo la escuela como un sitio a donde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secreto magnífico”, Ma Carmen Díez.
“Y no se piense que sólo se abre la mente a los alumnos. También la del profesor se expande y se llena de nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora en los dos sentidos. Mi experiencia, al menos, me dice que algunos de los juegos y problemas con los que he disfrutado, y que sigo utilizando, han tenido su origen en la dinámica de la clase... Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más placenteras”, Fernando Corbalán.

lunes, 16 de agosto de 2010

TÉCNICAS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Estudié mi carrera profesional de Ingeniería en Sistemas de Información (ISI), misma que nace de la necesidad determinada por el sector empresarial en el estado de Sonora, y que específicamente en Cd. Obregón, sustituyó a Ingeniería en Sistemas Computacionales (ISC) y a Licenciatura en Sistemas de Computación Administrativa (LSCA).


Desde que estudiaba la escuela secundaria -entre 1986 y 1989- tuve siempre el interés y la disposición de preparar y regularizar alumnos en diversas disciplinas, tales como Matemáticas, Física, Lectura y Redacción, Ortografía, entre otras. Esto me redituaba en una gran satisfacción de poder servir a mis compañeros y amigos en provecho suyo, y sin saberlo quizás muy bien en ese entonces, en provecho personal. Fue hasta cuatro años después de terminar mis estudios profesionales – en 2003- que me inicié formalmente como profesor en una escuela de educación superior, principalmente por vocación pero también por la necesidad de tener otra fuente de empleo.

El hecho de ser uno de los actores principales en el proceso de enseñanza aprendizaje de las nuevas generaciones de muchachos estudiantes es un privilegio, que por vocación no cambio por algún otro trabajo; sin embargo, también el formar a alumnos, estoy consciente de que representa un gran reto, mucha responsabilidad y un alto nivel de compromiso.

Desde que soy docente en el nivel medio superior, me he dado cuenta de que a esta edad los estudiantes, en relación a aspectos muy importantes, aún son sujetos de orientarles y de formarles en principios y valores. Es por ello que desde entonces, me siento comprometido a realizar el mejor papel posible con respecto a mi labor, la cual considero que si se desempeña como debe ser, alimenta así también el espíritu, pues es una actividad sumamente noble.

Si pensamos en puntualizar y en escribir algunos motivos de satisfacción que se generan de nuestra actividad docente, en lo personal, para mí son varios; algunos de ellos son: ser parte de la formación de los estudiantes; verlos realizados cuando culminan exitosamente sus estudios; cuando consiguen becas o apoyos por su alto desempeño y aprovechamiento en escuelas de calidad y prestigiosas; poder escuchar la voz de las nuevas generaciones, que si ponemos atención, nos dice muchísimas cosas; hacer muchos amigos y al mismo tiempo, poder ayudarlos y apoyarlos.

Si hago un recuento acerca de los motivos de insatisfacción con respecto a mi labor docente, realmente me cuesta mucho trabajo encontrarlos. La reflexión que me lleva a reconocer sinsabores en mi actividad docente hecha sólo desde el contexto docente-alumno, no produce respuestas. Sin embargo no estamos aislados como actores en este proceso los profesores y los estudiantes, sino que también nos relacionamos con directivos, administrativos, sistemas, modelos educativos, etc. Tal vez alguna insatisfacción para mí sería cualquier tipo de injusticia que ocurriera dentro del todo como una institución educativa.